jueves, 13 de septiembre de 2035

Carta a los cofrades




Queridos y estimados Cofrades de esta Muy Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de la Piedad,
Permitidme en primer lugar que me presente. Mi nombre es Francisco Javier Cartón Trigo, actual Presidente de la Comisión Gestora de nuestra Cofradía.
Quiero informaros que el próximo día 20 de octubre estamos todos convocados a Cabildo de Elecciones, por lo que me dirijo a vosotros, con la idea y la ilusión de presentarme como candidato a Hermano Mayor, junto con el equipo que me acompaña, para coordinar durante los próximos cuatro años, la vida de esta Hermandad.

viernes, 12 de septiembre de 2014

CABILDO ELECCIONES

Estimados HERMANOS
A través de estas páginas pretendemos dar un pequeño esbozo de nuestro proyecto para los próximos cuatro años.

El Domingo dia 20 está en vuestras manos en que esto se haga realidad.  Sí estás de acuerdo acude al Cabildo y danos tu confianza mediante tu voto teniendo en cuenta que sí lo haces estas dando tu confianza a un grupo de personas que ante todo se sienten cofrades y que están dispuestos a mirar al futuro sin olvidarse del pasado, pues como dice un refrán es de buen nacido ser agradecido con los que nos precedieron
NO OS QUIERO CANSAR MÁS, SÓLO DESEAROS QUE LA VIRGEN DE LA PIEDAD NOS AMPARE A TODOS
MUCHAS GRACIAS

domingo, 20 de octubre de 2013

una nueva etapa

                                              

Desde estas lineas quiero agradecer a cuantos habéis acudido al Cabildo celebrado en el día de hoy y especialmente a cuantos habeis votado a favor de nuestro proyecto confiando en nosotros
Como dije en la presentación del proyecto espero, esperamos, contar con tu colaboración para poder llevar entre todos este proyecto que verdaderamente nos ha ilusionado a mí y a todos los que formar parte de esta candidatura
Que nuestra Madre la Virgen de la Piedad nos ampare y
proteja a todos.

Fco. Javier Cartón Trigo
Hno. Mayor de la  Muy Ilustre Cofradía Penitencial de Ntra Sra de la Piedad de Valladolid

sábado, 19 de octubre de 2013

ANTE UNA JORNADA DECISIVA

A pocas horas de la celebración del Cabíldo de Elecciones queremos,todos los miembros que componemos esta candidatura agradecer las muestras de cariño y apoyo recibidos
Esperamos que mañana  la gran triunfadora de este proceso sea  la Muy Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de la Piedad y que de comienzo a una etapa de hermandad y concordia.
Para ello nos gustaría contar con todos vosostros
QUE LA SANTISÍMA VIRGEN DE LA PIEDAD NOS AMPARE  A TODOS NOSOTROS

viernes, 18 de octubre de 2013

JMJ: Historia viva de la Cofradía (III)


    Madrid recibió la semana en que se celebro la Jornada Mundial de la Juventud, con calor y mucho colorido pero fundamentalmente, con gran alegría, espíritu juvenil y un sentimiento de compañerismo y hermandad basada en la fe.

    ¡Qué jornadas vivimos!. No olvidaremos nunca al pueblo de Madrid que se volcó con nosotros. Percibimos un cariño indescriptible.

La espera

jueves, 17 de octubre de 2013

JMJ: Historia viva de la Cofradía (II)


    Hacíamos referencia en la anterior entrada a la hermandad y el trabajo en equipo realizado con los miembros de la organización y el resto de las Cofradías.
Trabajando en equipo

   
 En esta entrada queremos destacar ese mismo espíritu de trabajo en equipo y hermandad que vivimos todos los que participamos de este magno acontecimiento.

   Fueron meses de duro trabajo, dedicados a planificar todos aquellos aspectos necesarios para nuestra participación.

miércoles, 16 de octubre de 2013

JMJ: Historia viva de nuestra Cofradía (I)


Confección de la bandera

    Mucho hemos escrito y hablado sobre la J.M.J, pero todo ello es poco para las sensaciones que vivimos y la huella que nos dejo.
Bendicion previa a la partida
   
Para esta Muy Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de la Piedad el pistoletazo inicial tuvo lugar un 15 de junio de 2011 en las oficinas que la JMJ tenían en la Iglesia de San Juan de la Cruz; donde un nutrido grupo de hermanos cofrades venidos de diferentes lugares, empezábamos a poner en común diferentes opiniones para el mejor desarrollo de un evento que acababan de presentarnos, nada menos que la organización del  Vía Crucis, que desde que se instituyó la Jornada Mundial de la Juventud por parte del Beato y próximamente Santo Juan Pablo II, se celebra como acto central el viernes. En el mismo participarían las Cofradía allí presentes con sus imágenes devocionales, en nuestro caso nos correspondía la Estación XIII Jesús en brazos de su Madre, para rematar con una Magna Procesión por las calles de Madrid.

domingo, 13 de octubre de 2013

Jornada de Cántico y Oración

Ayer, día 12 de Octubre, Festividad de la Virgen del Pilar, vivimos una preciosa tarde en la presencia del Señor, en la Parroquia de San Martín de Valladolid; invitados por la Muy Ilustre Cofradía Penitencial de Nuestra Señora de la Piedad, fuimos muchos los que quisimos compartir unas horas de oración delante de nuestro Señor y acompañados de la mano de su madre la Virgen María. La cofradía contó para la ocasión con la colaboración de la Parroquia de San  Martín y de la Asociación Belenista Castellana, queriendo reunir a todas las realidades eclesiales de dicha Parroquia. Este acto se organizó con motivo del Año de la Fe, próxima ya su conclusión el próximo 24 de Noviembre.
Comenzamos a la seis de la tarde, postrados delante del Santísimo, cada uno con lo que llevamos de carga en nuestras mochilas de la vida, los cantos de Beatriz Elamado , acompañada por las voces de Enrique Mejías y Nieves Asensio, hicieron de ese momento un momento especial para todos los que allí nos encontrábamos. Sus nuevas canciones en el disco “TE necesito, consagra tu Espíritu” con un marcado carácter de alabanza y gloria pudimos hacerlas todos los presentes oración en nuestros corazones. Nuestros deseos más íntimos del corazón, los depositamos en una cesta a los pies del Señor, y allí delante de Él, El nos habló desde unas pequeñas palabra de vida, iluminados por la luz que el Espíritu Santo derramó en nuestros corazones.
A las siete de la tarde, comenzamos el  rezo del Santo Rosario, quiso la Providencia que ese rezo coincidiera con el rezo de tantos rosarios que se celebraban en el mundo a esa hora en muchos santuarios marianos, como prólogo a la jornada de Consagración al Inmaculado Corazón de María, de este Domingo 13 de Octubre; haciendo de nuestro templo, donde veneramos a la Virgen María en la advocación de la Piedad, un santuario mariano en nuestra ciudad de Valladolid  por esas horas.
A su conclusión se celebró la Eucaristía, presidida por el recién nombrado sacerdote en nuestra ciudad D. Jesús García Gañán, quien con una homilía de las que llegan y penetran en los corazones, contribuyó a hacer que la llama encendida a primera hora de la tarde se prolongara. El canto de la Salve a nuestra madre la Virgen de la Piedad puso el broche de oro, en esa tarde de adoración, canto y oración.

Gracias a Enrique, Beatriz y Nieves por su ministerio de evangelización a través del canto, a los presbíteros D.Jesús García y D. Manuel Fernández por su ministerio puesto al servicio de los feligreses, pues todos vosotros nos ayudasteis a encontrarnos más en el Señor y sobre todo a ser Comunión de Amor.

viernes, 11 de octubre de 2013

ORIGEN DE LAS COFRADIAS PENITENCIALES DE SEMANA SANTA (segunda parte))

Entendemos que una "cofradía de Semana Santa o de Pasión "  la asociación pública  de fieles, en la mayoría de los casos exclusivamente laicos, que une dos elementos:
·       La contemplación de la Pasión y Muerte de Cristo
·       La imitación de los dolores de Cristo en su Pasión y Muerte por medio de una penitencia pública que se concreta en la autoflagelación (y se pudo concretar también en otros tipos de penitencia) llevada a cabo durante la realización de la procesión o "Estación de Penitencia" efectuada en uno de los días de la Semana Santa.
Procesion de la Piedad 1946
El auge de estas cofradías fue tan grande en el siglo XVI que afectó a las otras cofradías no de Semana Santa o de Pasión, que terminaron por convertirse en cofradías de disciplina, la que definimos como "aquella cofradía de gloria, asociación de fieles, en la mayoría de los casos exclusivamente laicos, que teniendo como advocación a Jesucristo, María, los santos y hasta las Ánimas del Purgatorio o teniendo otros fines artesanales o benéfico-asistenciales, deciden practicar la penitencia pública: autoflagelación u otro tipo de penitencia, durante los días de la Semana Santa en una procesión o "Estación de Penitencia pública". Este tipo de cofradías también surgió en el siglo XVI y siguientes.
La definición dada incluye, por lo tanto:
1) la existencia de una asociación
2) la contemplación de la Pasión y Muerte de Cristo
La Piedad 1956
3) la imitación pública del dolor mediante la penitencia pública: autoflagelación u otro tipo de penitencia.
Puede o ha podido, por lo tanto, existir contemplación e imitación y no estar constituidos sus miembros como asociación y no habría cofradía de Semana Santa o de Pasión. Y puede y pudo existir un grupo de gentes que contemplaban la Pasión y Muerte de Cristo, pero que no practicaban la penitencia pública y tampoco hubo cofradía de Semana Santa o de Pasión.
Lo dicho nos explica que las cofradías de Semana Santa o de Pasión no nacieron en el primer cuarto del siglo XVI porque sí, como flores exóticas o por generación espontánea, sino dentro de un contexto que permitió su nacimiento.
Desde el siglo XIII en adelante la teología, la mística, las devociones se centran más en Jesús hombre (sin negar nunca la divinidad) que en Jesús Dios, lo que permitirá la contemplación de toda la vida humana de Jesús y, también y más y más, durante los siglos XIV y XV, de su cruel y acerba Pasión y Muerte.
Las cofradías de Semana Santa o de Pasión nacieron para contemplar la Pasión y Muerte de Cristo e imitarla mediante actos penitenciales. Éstas son sus características más importantes o, mejor, exclusivas.
Estos mismos sentimientos los encontramos en la Liturgia, al menos desde el siglo XI al Concilio Vaticano II.
El Viernes Santo era día de luto y luto rigurosísimo. No se celebraba la Eucaristía, no se daba la paz en los Oficios Litúrgicos, se comulgaba de lo presantificado, el color litúrgico era el negro, rigurosamente negro, no se tocaban los instrumentos musicales en las ceremonias litúrgicas, los Oficios Litúrgicos comenzaban en riguroso silencio, de rodillas todos los fieles y postrados los celebrantes ante el altar. Sólo con posterioridad a la celebración del Vaticano II se ha comenzado a dar al Viernes Santo el sentido de una fiesta de triunfo de Cristo sobre la Cruz y la Liturgia se ha vestido de rojo.
La Piedad 1956
Las cofradías de Semana Santa o de Pasión no es que negaran la Resurrección de Jesús, pero no la contemplaban. La Pascua de Resurrección era la fiesta mayor de la Cristiandad desde el siglo I al siglo XVI, cuando aparecen las cofradías de Semana Santa, y se celebraba ese día y los dos días siguientes con toda solemnidad, pero no durante los días de Semana Santa. Por eso, las cofradías de Semana Santa o de Pasión nacieron y se desarrollaron durante el siglo XVI bajo el sentido del dolor, de la aflicción, de la penitencia.
Ahora, la celebración de la Semana Santa es festiva, jubilosa, triunfal. Se ha dado como explicación que nunca celebramos sólo la Pasión y Muerte de Cristo, sino siempre Pasión, Muerte y Resurrección
¿Las cofradías de Semana Santa o de Pasión nacieron para practicar la caridad, para realizar acciones benéfico-asistenciales, para cumplir las Obras de Misericordia?
Respondemos no, aunque no las excluyeron. Las cofradías de Semana Santa o Pasión, no las que hemos llamado de disciplina, nacieron, como ya hemos dicho, para contemplar e imitar el misterio de la Pasión y Muerte de Jesús.
Ahora bien, también estas cofradías se preocuparon de la vida espiritual, y a veces de la temporal, de sus hermanos y cofrades.
En este sentido las cofradías de Semana Santa querían que sus hermanos y cofrades estuvieran confesados y comulgados antes de la celebración de la Estación de Penitencia, se preocupaban por los hermanos enfermos a los que visitaban para que comulgaran, recibieran los últimos sacramentos e hicieran testamento.De  manera especial cuidaban todo lo relacionado con el entierro de los cofrades difuntos, de sus padres, hijos, servidores de sus casas, apaniaguados, de cualquiera, especialmente de los pobres, que murieran dentro de sus casas, (aunque nunca enterraban esclavos) y de sus honras fúnebres. En alguna regla de cofradía de Semana Santa hallamos la preocupación por dotar  a doncellas  pobres para el matrimonio, por la redención de cautivos o por los presos de la cárcel.

¿Nacieron las cofradías como movimientos comprometidos por la fe y la defensa de la Iglesia, sus dogmas y sus fines, lucha contra el hereje, actuación política, etc.?
la Piedad 1960
Debemos de distinguir el momento en que nacieron y los otros momentos por los que han tenido que pasar a lo largo de su historia. De todos modos afirmamos que las cofradías nacieron y se han mantenido como confesoras de la fe expuesta en los dogmas de la Iglesia, más que como defensoras de los mismos, y en comunión con la Jerarquía Eclesiástica. Las cofradías de Semana Santa no tuvieron en el siglo XVI como fin la lucha contra el hereje, esto ya lo hacía la Santa Inquisición; las cofradías tuvieron en su origen en su mayor parte un fin benéfico asistencial .
La mayoría de las cofradías de Semana Santa han nacido en medio del pueblo sencillo y llano, en ocasiones agrupando gente marginal.
En este contexto es intención de este proyecto de cofradía mantener el espíritu con la que fue creada sin menoscabo de la evolución que requiere el futuro.
La Piedad Madrid 2011



martes, 8 de octubre de 2013

ORIGEN Y EVOLUCION DE LAS COFRADIAS PENITENCIALES DE SEMANA SANTA -Primera Parte



Iniciemos el capítulo con unas consideraciones generales que nos situarán en la época, mentalidad y circunstancias en las que fueron creadas, ya que cada fenómeno religioso o cultural es hijo de su tiempo y nos resultaría incomprensible si lo extrapolásemos del mismo.
la Piedad 1938
Los precedentes, que podríamos entenderlos como la prehistoria de las Hermandades penitenciales, de Semana Santa, se encuentran en la época medieval; noticias fragmentarias nos hablan de la existencia de Cofradías en los siglos XIV y XV y de algún acto litúrgico que es precedente, aunque lejano, de una procesión de penitencia.
En la Baja Edad Media, nacen unas asociaciones multifuncionales que crean los gremios con alguna cohesión de raza, vecindad, vinculación a un mismo señor, dedicación a actividades económicas o laborales semejantes. Son las llamadas cofradías gremiales.
Estas asociaciones -fraternidades, hermandades- cumplen funciones de ayuda mutua y asistencia ante las enfermedades, la necesidad y la muerte. Debido a esta vocación, algunas Hermandades nacieron con una vinculación hospitalaria, otras tienen su origen tras el Concilio de Trento, en que florecerán las Cofradías penitenciales alentadas por el mismo.
Las Hermandades penitenciales no surgieron de la noche a la mañana, sino que fueron el resultado o evolución de un larguísimo proceso y circunstancias de todo tipo: religiosas, sociales, culturales, económicas, debido a  epidemias, hambres, etc.
Haciendo un simplísimo bosquejo de tales circunstancias que fueron allanando y sembrando el camino que fructificó en la aparición de las Hermandades Penitenciales, podríamos citar las siguientes: el movimiento o asociación de flagelantes desde mediados del siglo XIII alrededor de las órdenes monásticas y religiosas (dominicos, franciscanos, agustinos); la práctica del Vía Crucis; las predicaciones pasionistas de los franciscanos; y el Concilio de Trento.
Veamos brevemente cada uno de estos apartados.
la Piedad 1945
La práctica de la penitencia o mortificación corporal es consustancial al cristianismo. Desde sus orígenes, y a lo largo de la Historia, aparece frecuentemente la flagelación como una costumbre antigua relacionada con el monacato, registrándose repetidas veces en la Regla de San Benito.
Santo Domingo de Guzmán (1170-1221) practica la flagelación voluntaria junto a sus frailes, con un valor correctivo y redentivo o expiatorio.
San Francisco de Asís (1182-1226) y los franciscanos, no sólo la practicaron, sino que fueron sus propagadores entre los laicos o fieles en general.
Durante el siglo XIII surgen numerosos grupos de flagelantes que organizan procesiones en las que entonan cánticos penitenciales y se disciplinan públicamente. San Antonio de Padua, franciscano, (1195-1231), reunió ya junto a sí grupos de esa naturaleza.
La práctica de la disciplina se hace popular y comienzan a surgir las primeras "asociaciones o cofradías de flagelantes".
A finales del siglo XIII aparece en Pisa (Italia) una asociación denominada Disciplinati della Cruz que, junto a la devoción a la Cruz redentora, incorporaba la práctica de la disciplina o flagelación.
Esta práctica piadosa consistía "en hacer memoria de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo", esto es, disciplinándose los domingos y días de fiesta.
La piedad de los disciplinantes es cristocéntrica y su espíritu de penitencia se inspira en el recuerdo de la Pasión de Cristo, celebrando el Jueves y Viernes Santo, aunque las fiestas propiamente dichas de la Cofradía eran la Invención (3 de mayo) y Exaltación de la Santa Cruz (14 de septiembre).
Esta Cofradía manifiesta una gran devoción a María, pues las misas y las disciplinas en común son siempre seguidas de una Salve Regina, y celebran de manera especial las festividades marianas.
Otra circunstancia que alentará y configurará la aparición de las Hermandades penitenciales es la práctica devocional del Vía Crucis o Camino de la Cruz.
Sobre dónde, cuándo y cómo surge esta devoción no se ponen de acuerdo los diferentes investigadores. Más lo que resulta evidente es que está íntimamente relacionada con las peregrinaciones a Tierra Santa y las Cruzadas, que reavivaron la devoción pasionaria en el siglo XIV.
Esencialmente, el Vía Crucis es un recorrido devocional, durante el cual se contempla la Pasión de Cristo, a gusto del que lo realiza. Algo accidental es el número de estaciones que, fueron cambiantes en el transcurso del tiempo; en España se generalizó la práctica de las catorce estaciones, aunque el Abad Sánchez Gordillo cita sólo once. En el presente año de 1995, Su Santidad Juan Pablo II, ha reformado este ejercicio piadoso
El Concilio de Trento (1545-1564) fue la respuesta por parte del supremo magisterio eclesiástico al Protestantismo y al afán de renovación interior de la Iglesia. Entre sus enseñanzas más importantes se deben destacar: el estudio y determinación de la doctrina de la justificación, la práctica sacramental y la reforma de la Iglesia.
Sus cánones son publicados en España por Felipe II en una Real Cédula de 12 de julio de 1564, y tendrán una influencia capital en el desarrollo de nuestras Hermandades.
la Piedad 1957
Lutero y los protestantes afirman que el hombre se "justifica", se salva, sólo por la fe, sin necesidad de sus buenas o malas obras, pues la misericordia y los méritos de Cristo actuarían como bálsamo que encubrirían ante "los ojos del Juez Supremo" la miseria humana. Esta doctrina herética es fuertemente contestada por el Concilio el 13 de enero de 1547, en su Decreto dogmático sobre la justificación.
Resumiendo muy brevemente, pues de profundizar en ello nos llevaría a un extenso tratado teológico, el Concilio vino a decir: las buenas obras son necesarias para la salvación; cuando el hombre peca, tiene la posibilidad de reconciliarse con Dios y consigo mismo a través del sacramento de la penitencia; además, el hombre puede expiar sus culpas a través de la mortificación corporal, la oración y la limosna.
Respecto al culto de las Imágenes, rechazado por el Protestantismo, el Concilio lo afirma en sus sesiones de 3 y 4 de diciembre de 1563:
"Igualmente, que deben tenerse y conservarse, señaladamente en los templos, las Imágenes de Cristo, de la Virgen Madre de Dios y de los Santos, y tributarles el debido honor y veneración... Enseñen también diligentemente los obispos, que por medio de las historias de los misterios de nuestra redención, representadas en pinturas u otras reproducciones, se instruye y confirma el pueblo en el recuerdo y culto constante de los artículos de la fe...".
Las doctrinas de Trento influyeron decisivamente en cuanto al uso de la penitencia pública, el culto a las Imágenes, y los desfiles procesionales, contribuyendo al auge y ratificación de las Hermandades , existentes con anterioridad al Concilio y sus disposiciones; y a la fundación de nuevas Hermandades alentadas por el espíritu conciliar,.
Nos hallamos ya, tras estas consideraciones, en disposición de definir lo que entendemos por Cofradía o Hermandad penitencial en el siglo XVI.
La Cofradía penitencial, de disciplina o de sangre, presenta los siguientes rasgos: es una asociación de personas (hombres y mujeres), abierta numérica y socialmente, que venerando y contemplando el misterio de la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor, a quien se asocia su Santísima Madre, Nuestra Señora, se le rinde culto con una austera y penitente salida procesional en la que algunos o la mayor parte de sus cofrades se disciplinan en los días de Jueves o Viernes Santo, y con otros cultos a lo largo del año. Atienden las necesidades fundamentales de los hermanos, espirituales y temporales, de la vida y de la muerte, y también de los otros prójimos. Tienen una organización o estatutos llamados Reglas que, progresivamente van siendo aprobadas por la jerarquía eclesiástica.
Estas Hermandades penitenciales de la decimosexta centuria, se caracterizan por la austeridad y disciplina en sus procesiones.
La mayoría de las Cofradías fundadas tras el Concilio, incluyeron la penitencia de sangre o flagelantes. Son los frailes quienes mejor acogen y alientan esta nueva práctica de la disciplina pública; mientras que el clero secular, celoso de una práctica que se organiza con gran autonomía por los laicos, y quizás temeroso por tener que compartir las limosnas y donaciones que dejan los fieles, debió contemplar con no mucho agrado el establecimiento y la fundación de Cofradías en sus iglesias.
Ésta es quizás la explicación de por qué las primeras y más antiguas Hermandades, se hallen fundadas en conventos, ermitas u hospitales, y no en el seno parroquial, como ocurre en la mayoría de las mismas.

la Piedad 1962
Durante la primera mitad del siglo XV comienzan a fundarse las cofradías de Penitencia la mayoría de los casos de la mano de los franciscanos. Estas Cofradías procesionaban en la noche del Jueves al Viernes Santo con una simple cruz o crucifijo, llevado por un clérigo, con gran número de hermanos disciplinándose. Eran procesiones serias, austeras, devotas y penitentes, sin lujo ni boato alguno, saliendo de sus capillas, ermitas u hospitales, se dirigían por caminos y veredas hasta el campo, donde generalmente había un humilladero con una Cruz. Los cofrades iban revestidos de una túnica de lienzo blanca, la cual dejaban caer hasta la cintura los disciplinantes. Al regreso a la ermita u hospital los "hermanos de sangre" se lavaban sus heridas con pócimas y ungüentos que previamente se habían preparado en unas calderas, palanganas o "bacías de lavar los hermanos".
En este contesto un grupo de banqueros de órigen genovés afines a la Corte de Cárlos I,en las  primeras decádas  del S. XV, dió origen a lo que sería el germen de nuestra hermandad